Páginas

viernes, 23 de septiembre de 2011

Conocimiento, pensamiento, decisión y acción ¿Existe alguna conexión entre ellos?


Intuitivamente algo nos dice que están relacionados, sin embargo el tratar de explicar su relación no resulta tan sencillo. Confucio los relacionaba con las siguientes frases:

Aprender sin pensar es inútil, pensar sin aprender es peligroso
Pensar sin actuar es inútil, actuar sin pensar es peligroso

Viéndolo así la relación parece más evidente. Todos hemos padecido las consecuencias de no saber la relación entre el conocer, el pensar, el decidir y el actuar. Hoy en día la civilización depende en gran medida de la ciencia y la tecnología, lo que nos permite tener acceso a una gran cantidad de conocimientos que aprovechamos muy poco de forma individual. En los diferentes niveles escolares adquirimos una gran cantidad de conocimiento, la mayor parte del cual olvidamos relativamente pronto debido a que no es de nuestro interés o a que no le vemos utilidad, aprendemos sin pensar y por lo tanto una buena parte del tiempo invertido en la escuela queda desperdiciado. Al mismo tiempo muchas de las ideas que tenemos o de las interpretaciones que le damos a las cosas que suceden a nuestro alrededor ocurren sin el conocimiento adecuado, lo que puede generar resultados negativos en nuestra vida, como hacer el ridículo al comentar algo sobre lo que no sabemos, generar chismes que provocan problemas de distintas magnitudes, tener o provocar un accidente, etc.

Y qué decir de las ideas, sueños u objetivos que nunca se materializan, ya sea porque no decidimos que camino tomar para conseguirlos o porque no conseguimos dar el brinco entre la decisión y la acción. Situación que puede generar bastante frustración o incluso problemas, como cuando alguien quiere bajar de peso pero no hace nada para conseguirlo y termina con problemas de salud. O de forma similar ¿Cuántas veces hemos sufrido las consecuencias de una mala decisión simplemente porque no nos detuvimos lo suficiente para pensar antes de tomarla?, o peor, porque por más que le dimos vueltas no logramos encontrar un mejor camino. 

Estos malos resultados, aunque nos permiten aprender con base en la experiencia (por ensayo y error) inciden directamente sobre nuestra calidad de vida, generan una gran cantidad de estrés y muchos tipos de problemas de distintas magnitudes. ¿Es posible evitar esto? ¿Saber la relación entre el conocimiento, el pensamiento, la decisión y la acción puede hacer alguna diferencia? Así como lo plantea Confucio suena bastante sencillo, sólo tengo que pensar mientras aprendo y antes de actuar,  no pensar sin aprender y no hacer nada sin antes pensar y listo, seguro que las respuestas aparecen como por arte de magia y los problemas se solucionan. Pero la realidad es muy distinta, todos hemos pasado horas o días pensando cómo salir de un apuro que al final no logramos resolver exitosamente o hemos sufrido las consecuencias de una decisión que en apariencia no tenía ninguna otra solución ¿Qué hizo falta entonces para resolver exitosamente aquella situación?

Si miramos hacia atrás veremos que para salir triunfantes, en la mayoría de los casos lo primero que habríamos necesitado es información. ¿Cuántas veces no nos hemos dicho? “Si lo hubiera sabido antes”. Si bien, el conocimiento adquirido no nos vuelve infalibles ante cualquier situación, si aumenta bastante las posibilidades de resolver nuestras dudas al momento de tomar una decisión, no sólo porque nos permite contar con más opciones, más material disponible a la hora de pensar, sino que además cada conocimiento nuevo nos aporta una ganancia extra, hace crecer nuestra inteligencia. Este aumento en la inteligencia se debe a que el aprendizaje provoca que nuestras neuronas creen una mayor cantidad de conexiones entre sí, lo que permite que se comuniquen mejor entre ellas. De esta forma aumenta nuestra capacidad de planificar, de resolver problemas, de comunicarnos y de razonar. Además la inteligencia ganada con el aprendizaje nos acompañara a lo largo de nuestras vidas y nos servirá en cualquier situación, no importa si olvidamos los detalles de lo que aprendimos, si no nos gusta el área o materia que estamos aprendiendo o si no le vemos utilidad. 

Claro que el conocimiento por sí mismo no es suficiente para tomar la decisión de actuar sobre algo importante, llegar a la intención ya es bastante difícil. Para alcanzar el punto, en el que tenemos que tomar una decisión vital, es necesario primero tener la actitud para hacerlo, es decir la predisposición o voluntad. Por ejemplo, imaginemos que el médico nos aconseja hacer dieta, el que la hagamos o no va a depender de nuestra intensión. A su vez, esta intensión va a depender de otros factores como nuestras creencias, con las cuales podemos considerar a las consecuencias de nuestra decisión como positivas o negativas, si creemos que el consejo del doctor no es muy importante podemos decidir simplemente no seguirlo, dado el enorme esfuerzo que puede representar hacer una dieta. Nuestra actitud también va a depender del apoyo social con el que contemos. Si nuestra familia y amigos nos apoyan en la decisión de hacer la dieta es más probable que la llevemos a cabo

Otro aspecto que tomamos en cuenta al tomar una decisión importante es la presión social que nos imponen para realizar o no ciertas conductas. Puede que consideremos que las consecuencias de nuestra decisión sean positivas, pero que la presión social impuesta apunte hacia lo contrario. Por ejemplificar esto pensemos en qué contexto sería más fácil seguir una dieta, si por ejemplo tenemos un trabajo en donde la apariencia es fundamental, como en la televisión y el modelaje, o en un trabajo en donde la estética no sea tan importante. Efectivamente la presión social para mantener una apariencia estética es mucho mayor en las personas que tienen una profesión en donde la apariencia es importante y en ocasiones la presión es tan grande que puede ayudar a desencadenar terribles enfermedades como la anorexia o la bulimia.

                Entonces ¿de qué sirve pensar antes de tomar una decisión? ¿Para qué acumular conocimiento y aumentar nuestra inteligencia?, si al final la forma en la que tomamos las decisiones está determinada por distintos factores, algunos de los cuales dependen de lo que creemos y otros de lo que se concibe en la sociedad como adecuado o inadecuado. La respuesta es sencilla, sólo cuando tomamos una decisión razonada e informada tenemos más posibilidades de pensar en las consecuencias de uno o varios caminos posibles y de esta forma calcular las posibles pérdidas y los beneficios. Sólo de esta forma podemos decidir si vale la pena tomar un riesgo o hacer un esfuerzo para conseguir algo o para evitar un problema mayor. Meditar sobre una decisión también nos permite evaluar si es necesario decidir un determinado camino aunque no contemos con el apoyo de nuestros familiares y amigos o aunque la presión social intente dirigirnos hacia otro lado. 

Siguiendo el ejemplo de las actrices y modelos de hoy en día, la presión social ejerce una gran influencia para tener un físico en extremo delgado y a tratar de mantenerlo, junto con su juventud, a base de cirugías y dietas extremas y perjudiciales. La presión es tan fuerte que muchas modifican su físico hasta quedar irreconocibles o en el peor de los casos llegan a la muerte por una mala operación o como resultado de su anorexia o bulimia. Sin embargo existe un pequeño número de actrices y modelos que se niega a ir por el camino que exige la presión social y la influencia de algunas de las personas cercanas a ellas y prefieren mantener un físico normal y envejecer naturalmente. Estas personas no toman esta decisión a la ligera, no es fácil decidir algo que va en contra de lo que hace la mayoría (pensando en el medio en que se encuentran), pero deciden hacerlo con base en el conocimiento sobre los efectos nocivos que tiene esta forma de mantener su apariencia sobre su salud física y mental. Información que meditan detenidamente para decidir con que camino ganarán más, si con el camino que les dará el reconocimiento de sus compañeros y de los medios de comunicación a cambio de su salud y de una insatisfacción constante por su apariencia (si no fuera así no recurrirían constantemente a los cirujanos plásticos), o aquel que les restará popularidad en los medios de comunicación a cambio de una mejor calidad de vida. 

En este proceso, el estar informados y pensar antes de tomar una decisión también permite el buscar el apoyo adecuado. Entre la gente siempre habrá opiniones contrarias, sólo es necesario buscar y apoyarte en aquellas personas que compartan la decisión que consideres correcta. Incluso se puede llegar a la organización para impulsar las ideas que comparten y cambiar el rumbo de la presión social predominante. Esto ha ocurrido muchas veces, los grupos feministas y los jóvenes que impulsaron la revolución sexual son algunos ejemplos de grupos que han ido cambiando las ideas predominantes de la época. Ideas que ejercen una enorme presión sobre la forma en la que la sociedad concibe el comportamiento sexual y los derechos y obligaciones de la mujer.

Finalmente la recomendación es aprender todo lo que se pueda, no desestimar la información adquirida, aunque de momento su utilidad no sea clara. Reflexionar sobre el conocimiento adquirido, ligarlo con lo que ocurre o ha ocurrido en sus vidas o con otros conocimientos y cuando sea el momento de tomar una decisión tratar de adquirir la mayor cantidad de información relacionada con nuestra decisión, reflexionar y discutir con distintas personas para enriquecer nuestra reflexión y una vez que hemos decidido tomar un determinado camino actuar con el apoyo de aquellas personas que comparten nuestras ideas. Aun así no siempre obtendremos el resultado que deseamos, pero al tener un mayor control sobre el proceso las posibilidades de lograrlo aumentaran en gran medida y será más fácil aprender de nuestros errores que cuando carecemos totalmente del control.

        Como ejemplo final les dejo un video sobre el discurso que dio Steve Jobs en la universidad de Stanford. En los relatos que hace sobre las decisiones que cambiaron su vida, se aprecia perfectamente lo difícil que puede ser tomar una decisión de esta magnitud, sin embargo si se hace después de una reflexión adecuada y se trabaja para alcanzar las metas que elegimos, el resultado puede ser sorprendente.


1 comentario:

  1. Otros links con información sobre el tema: --http://www.muyinteresante.es/el-ser-creativo-mario-alonso-puig-qhasta-cuanto-se-puede-desarrollar-la-inteligencia-es-un-enigmaq

    --http://dialnet.unirioja.es/servlet/dcfichero_articulo?codigo=2358919&orden=87012

    --http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_la_acci%C3%B3n_razonada

    ResponderEliminar

Deja tu comentario